Storytelling y Marketing Persuasivo


Hoy el Coder Blog se vuelve a vestir de gala y recibe a una invitada de lujo: Elia Guardiola, Influencer, Storyteller, Copywriter y una referente absoluta del Marketing Emocional Iberoamericano. ¿Quién mejor que ella a la hora de guiarnos para potenciar nuestras ventas con el poder de las historias? Sin más preámbulos, te dejamos con el inspirador relato de una absoluta referente del mundo digital:
Es increíble cómo vivimos rodeados de marcas, cómo llegamos a estar expuestos a tantos productos y servicios que desean formar parte de nuestra cotidianidad, y cómo la antigua forma de promocionar una marca cada vez funciona menos. 
Así que, en definitiva, no es ninguna novedad que para sobresalir y destacar sean esenciales y necesarias herramientas innovadoras para las empresas, sean grandes o pequeñas, incluso marcas personales, para aportar valor y que les permitan conectar mejor y cautivar a su audiencia. Al fin y al cabo, el centro de toda estrategia y de cualquier acción de una marca, debe ser el consumidor (personas). 
¿Os habéis preguntado por qué son tan exitosas las campañas de algunas marcas? Y con exitosas me refiero a tener repercusión. ¿Qué les diferencia del resto que no logran conectar tan positivamente con sus audiencias como ellas?
La respuesta es que no todas están contando una historia. A todos nos encantan las historias, ya sean reales o imaginarias, desde nuestra infancia escuchar relatos o cuentos nos parece algo asombroso. Algo que nos llega porque nos sentimos identificados con esos personajes.
Con las historias soñamos, viajamos, habitamos otros espacios, incluso vidas de personas ajenas, sobrevivimos y evolucionamos. Gracias a las historias podemos conectar con otros y con nosotros mismos, es una herramienta poderosísima para la vida, tanto que nos ayuda a crecer, recordar, avanzar y evolucionar.
Y de eso de trata el storytelling. Ese arte de comunicar la esencia y el valor de un producto o de una marca a través de historias que generen emociones para cautivar y conectar con nuestro público objetivo y lograr afianzar esa conexión con un sentimiento. Un sentimiento que perdure, que sea consistente a lo largo del tiempo.


Pero… ¿Cómo podemos lograr esto?  
Todos tenemos historias por contar, sin embargo, no basta con tener algo para contar. Nuestra historia debe cautivar, motivar, emocionar y enamorar a los usuarios, no solo para vender más sino para vender mejor, y sobre todo, para lograr reconocimiento, reciprocidad y, sobre todo, ser recordados a lo largo del tiempo.
Hagamos un ejercicio para que se nos haga más fácil. Pensad en el último libro que os absorbió o la última película que os apasionó y os evadió de la realidad. Quizá sentisteis miedo, felicidad, satisfacción, decepción o tristeza. Tal vez os identificasteis con algún personaje y vivisteis la historia como si fuera la vuestra. Esto pasa porque somos seres emocionales (más que racionales) capaces de conectar fácilmente con aquello que percibimos con nuestros sentidos.
El storytelling hace posible que el usuario recree en su mente la historia que le están contando, que está escuchando, o que está oyendo o leyendo, y por eso nos ayuda a vender. Si por ejemplo, les contamos a nuestros mejores amigos cómo ha sido nuestro último viaje con todos detalles, incluido cómo nos sentimos, acabarán percibiendo esa sensación e incluso terminarán recordándola a largo plazo.
Por eso, dentro del marketing es la mejor herramienta para generar emociones en los usuarios y consumidores. Un producto o una marca con una gran historia detrás nos provocará querer saber más sobre ella.


Creemos historias que cautiven
Cuando utilizamos el storytelling de forma adecuada y sobre todo personalizada, logramos contar una historia que impacta, y las experiencias que se transmiten son verdaderas y universales, generando una acción contundente y poderosa que nos moviliza y nos hace sentir parte de esa historia.
Cuando generamos empatía y somos capaces de crear historias emocionantes que sensibilicen e identifiquen al usuario, este se sentirá más implicado con el mensaje que queremos enviar y generaremos la conexión que necesitamos para que no nos olvide. 
1. Preocuparos por conocer a vuestro público 
Es imprescindible que conozcamos quién es nuestro buyer persona para que logremos emocionarle. Preguntémonos cuál es su red social favorita y cómo se comporta en ella, qué le emociona, cuáles son sus inquietudes, necesidades y deseos. Esto nos ayudará a crear historias que verdaderamente funcionen según los intereses y necesidades de cada uno.
2. ¿Cuál es nuestro objetivo? 
Las historias inspiran y emocionan, pero todas están hechas para cumplir el mismo objetivo, por eso debemos pensar en la razón de ser de nuestra historia, el leitmotiv.
Pensemos en cómo queremos que se sienta o cómo queremos que reaccione nuestro público. Por ello tenemos que encontrar qué historias son las más adecuadas para un determinado momento. De esta forma, la huella que dejaremos en los usuarios será más significativa. 
3. Definamos las fases de nuestra historia
Es importante que fijemos un hilo conductor con la introducción del relato y los personajes, porque no es lo mismo contar una historia anónima que ponerle nombre y apellidos a sus protagonistas.
Esto permitirá que quienes nos miren, escuchen o lean, se puedan llegar a sentir identificados más rápidamente y se vean reflejados en ellos. 
De la misma manera, en el nudo de la historia, en ese epicentro donde ya hemos cautivado y enganchado al usuario, debemos presentar el conflicto, es decir, un punto de dolor. Aquí es donde toman forma los personajes y suceden los hechos más relevantes de la historia.
Finalmente, el desenlace es la parte donde se resuelve el problema planteado entre los protagonistas. Siempre hay un desenlace, aún en las historias con final abierto.


Algunas ideas para contar en nuestro storytelling
1. Mostremos nuestro día a día
¿Estamos preparando una nueva oficina, negocio, restaurante, o lanzamiento de producto? ¡Contémoslo! Acerquémonos a nuestros clientes a través de lo que hacemos. Mostremos más allá de la puesta en escena de nuestra marca. A la audiencia, a nuestra comunidad, le gusta saber cómo nacen las ideas, cómo hacemos nuestro trabajo y quiénes son los involucrados en llevar a cabo las tareas. 
2. Contemos cuáles son los valores y esencia de la marca
Podemos contar, por ejemplo, si cuidamos el medio ambiente y a los animales, cómo lo hacemos, o si por ejemplo contratamos personas de todas las edades o países, si estamos a favor de alguna causa, etc. Estos temas y muchos más nos sirven para contar qué es lo que la empresa o marca personal defendemos, cuáles son nuestras luchas, propósito, principios y lo que representa. 
3. Aprovechemos el Feedback
Las redes sociales nos permiten una comunicación más directa con los consumidores (personas), donde somos capaces de escuchar más de cerca las historias, las vivencias, las dificultades y problemas de aquellos que se interesan por nosotros. Tengamos en cuenta que ellos también pueden contarnos su propia experiencia con nuestra marca. Esto nos acercará mucho más y ayudará, además, a aumentar el engagement y la cercanía con nuestra comunidad. 
4. No nos quedemos en un solo formato 
Atrevámonos a explorar más allá de lo que acostumbramos a realizar con nuestros contenidos. Utilicemos las diferentes herramientas y recursos que nos facilita hoy en día la tecnología, ya sea en vídeo, animación, música, texto... Internet y las redes sociales ofrecen muchos canales para aprovechar y lograr contar una historia en un formato que cautive a nuestro público desde el primer momento.
De esta manera, la capacidad para lograr persuadir a nuestros usuarios tiene muchas implicaciones. Veamos algunas de ellas:
Hagamos sentir único al usuario. Es importante que mostremos a nuestros consumidores (personas) lo importante que son para nosotros de una manera que les haga sentir especiales.
Generemos confianza. Comprar algo significa confiar en alguien, he aquí la razón por la cual nos fijamos en las marcas que nos hacen sentir seguros. Cuando logramos que nuestros consumidores confíen en nuestra marca, ya sea marca corporativa o marca personal, generamos un lazo de compromiso que les reconforta y les da una sensación de familiaridad y confort.
Destaquemos la transformación de nuestros clientes. En lugar de decirles qué hacer en una determinada situación, descubramos qué necesitan nuestros usuarios y contémosle la historia y el paso a paso de algún cliente y el cómo le ayudamos a solventar algún problema, deseo o necesidad.
Nuestros consumidores, clientes y audiencia son parte de nuestra comunidad. Permitámonos escuchar a nuestros consumidores, si tienen algo que decir sobre nuestra marca, producto o servicio. Podemos invitarlos a una comunidad cerrada en línea, por ejemplo, o pedirles su opinión y comentarios sobre lo que estamos haciendo.
Sin historias no somos nada. Han sido parte de nosotros incluso antes de que aprendiéramos a expresarnos.
Estamos programados para sentirnos atraídos por ellas porque nos generan emociones extraordinarias y nos permiten conocer, conectar y cautivar a nuestros consumidores, clientes y personas que confían en nosotros. 
Esta es una de las grandes razones por las cuales el storytelling se ha convertido en una de las herramientas de mayor relevancia en el marketing actual.