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30 dic 2020
¿Por qué ser Docente? | Una guía para enamorarse de la docencia
En tiempos donde los saberes cambian tanto y tan rápido, mientras todos aprendemos a ponernos al día, la educación efectiva se ha convertido en una carrera contra el tiempo para alcanzar al presente.
Apreciar la educación, y generar deseo en formarnos, ya no se trata de recibir información. Se va a tratar de conocer y contextualizar toda la información que podemos conseguir en cualquier parte; y crear conocimientos. El conocer implica entender las causas de un fenómeno o método, con el objetivo de crear criterios; y más adelante implementar estos conocimientos de la manera más asertiva y efectiva posible.
Pero, ¿Dónde queda el rol del docente?, y más importante aún, ¿Dónde queda la motivación de convertirse en docente para todos los excelentes profesionales que innovan el mercado en el día a día?
El ser docente no es solo ser un profesional con pedagogía. El ser docente llega, desde un primer momento, cuando toda nuestra experiencia laboral le facilita el trabajo a las demás personas de nuestro equipo.
Y más allá, ¿Qué pasa ahora cuando el reto de la educación se nos presenta a la distancia?. Así como hay mucho por dominar para sentirse cómodo en los zapatos de la docencia, también hay muchas virtudes que llevarán a cualquier profesional, ejerciendo en cualquier disciplina, mil pasos más allá. Estas virtudes son invaluables en el mercado laboral, de esta manera, impulsando nuestro capital humano más allá.
Acá les dejamos un pequeño abreboca de aquellos músculos profesionales que se ejercitan en el ser docente.
Role Model: En el ámbito actual, un role model es una persona a seguir. Sabe comunicarse tan asertivamente que no solo enseña y lidera, inspira. El usar nuestra experiencia para guiar, y crear pasión en otres, se desarrolla día a día en el aula. Aprender a conectar con colegas, o futuros colegas, a través del amor por una profesión; cambia lo que se percibe de nosotros mismos. Transformar nuestras vivencias profesionales en ejemplo de resiliencia y crecimiento cultiva en las futuras generaciones lo necesario para perseverar y seguir aprendiendo.
Intenta analizar cuáles son aquellos elementos que te apasionan sobre tu profesión. Profundiza en ellos y, si es posible, capacitate más. Fórmate como experto en las cosas que amás de la carrera que elegiste y no te guardes de ninguna oportunidad para seguir aprendiendo sobre lo mismo. No hay mejor forma de convertirte en role model, que amar ser estudiante.
Dinamismo: Aprender a ser dinámico no es solo una herramienta para el aula. Si bien lograr jugar con la curva emocional del momento es imprescindible para manejar un salón de clases y lograr aquellos momentos clave donde el aprendizaje se traduce en conocimientos; ser dinámicos en nuestra vida profesional implica estar listos para la acción. Entender que todos los momentos de un proyecto son claves para lograr el cometido, lleva a los colaboradores de una empresa a conocer su producto y aprovechar el tiempo, sin agotarse; pero emocionados en cada paso.
Practicá contando historias. Esto será fundamental, no solo para abstraer información, también para entender los diferentes focos emocionales de los eventos. Contar una historia siendo el director de la misma, te dará la voluntad de expresar aquello que quieres decir de mil maneras sin necesidad de cambiar las palabras. Esto nos ayudará a ejercitar el poder identificar y proyectar momentos claves, ¡y podremos proyectar como momento clave aquel que nosotros queramos!
Flexibilidad: Es labor del personal académico de cada institución expresar las consignas mínimas sobre el planteo metodológico y de contenidos sobre el curso que se busca impartir. Sin embargo, el ejercicio docente nos enseña a que solo conociendo a nuestro público, podremos impartir conocimiento. Por ende, la tarea de conocer a nuestros estudiantes, equipo de trabajo, usuarios, público en general; nos arrastra también a la tarea de estar permeables al cambio en todo momento, así como también conocer la labor de nuestro rubro y estar seguros de hacia qué dirección virar.
Cambia de rutina tantas veces como puedas. Pequeñas cosas nos hacen permeables al cambio, pero lo que más causa un efecto, es estar constantemente buscando el cambio. Aprovecha para hacer cambios en las cosas que sí puedes cambiar, y surfearás con placer aquellos eventos que tuvieron que cambiar y no lo esperabas.
Investigador: Ser docente viene de la mano con mantenerse actualizado; y no existe mejor cualidad para cualquier profesional que estar a la vanguardia en lo que respecta a su campo. El ejercicio de investigar se estandariza en la actualidad debido a la rapidez con la que las tecnologías cambian. De la misma forma funcionan la educación y las diferentes disciplinas del mercado, así como también existe una necesidad de renovar e iterar sobre nuestras habilidades blandas. ¡Un profesional en vanguardia será role model, dinámico y flexible a la vez!
Aunque la recomendación para este punto parezca obvia, ser investigador no sólo se ejercita investigando sobre nuestras profesiones. Es importante también aplicar investigación a otras cosas. Investiga sobre diferentes formas de hacer lo mismo, y experimenta con ellas de manera metodológica. Por ejemplo, investiga diferentes maneras de organizar tus tareas del día y utiliza una diferente cada semana; documenta hallazgos y retos. Esto te prepará para el momento en el que necesites investigar de lleno sobre un tema más académico.
Ser docente es una vocación pero, si estas habilidades te parecen valiosas como profesional, es el ejercicio perfecto para superarnos en el mercado y empezar a cotizar nuestros conocimientos en oro.
Aquella persona que sea capaz de convertir información en conocimiento; y jugar con esos conocimientos en diferentes contextos (o descontextualizarlos totalmente para poder reciclarlos) estará un escalón más arriba en su profesión.
Entonces, ¿Qué esperas para intentarlo? El dominio de nuestros conocimientos está en ser docente y cualquier persona con pasión por lo que hace, está lista para enseñar.
